Calderas eficientes para grandes espacios
Uno de los mayores avances dentro de los hogares es, sin lugar a dudas, poder mantenernos a una temperatura agradable durante el invierno. Actualmente podemos decir que una casa confortable es aquella que cuente con agua caliente y con calefacción. Ahora bien, hay muchas formas de conseguir este suministro, siendo las calderas de gas las más eficientes y valoradas por los usuarios.
En el caso de las instalaciones de gran superficie como naves industriales (superiores a los 250 m2) o bloques de viviendas, las más eficientes son las calderas de gas de gran potencia.
Lo cierto es que, aunque hay más formas de calentar la casa y el agua sanitaria, el gas sigue siendo una de las maneras más rentables. En este sentido, aunque anteriormente se construían otro tipo de calderas, las calderas de condensación son las más eficientes para calentar el hogar con gas. De esta forma, desde 2015 ya no se fabrican otro tipo de calderas de gas en Europa.
Sistemas de gran eficiencia energética
Si hablamos de las ventajas de este tipo de calderas, tenemos que hablar de su eficiencia energética. Su funcionamiento consigue un rendimiento cercano al 100% . ¿Cómo es posible? Estos niveles de eficiencia son posibles porque este tipo de calderas recupera el calor que se produce por la condensación de los vapores del agua.
Más eficiencia, mayor ahorro
No es de extrañar que si nos encontramos con modelos de calderas más eficientes, también sean las que más ahorran en energía y, por ende, en la factura del suministro. El ahorro de estos modelos frente a los convencionales es en torno al 25 y 30%, debido principalmente a ese aprovechamiento de energía extra. Por tanto, tendremos un ahorro considerable en la factura mensual de gas, siendo una muy buena inversión.
Calderas más ecológicas
Otro de los grandes problemas de los tiempos que corren es la contaminación, y lo cierto es que las calderas de condensación son también más respetuosas con el medio ambiente. La recuperación de la energía de condensación permite que la caldera pueda trabajar a bajas temperaturas. Por un lado aumentamos eficiencia, pero por otro limitamos las emisiones de gases contaminantes.
En datos, tenemos que estas calderas reducen hasta un 70% las emisiones de óxido de nitrógeno y dióxido de carbono. Por tanto, es una buena opción ir retirando las calderas antiguas para sustituirlas por estos modelos.
Temperaturas para ahorrar energía
Aunque las calderas de condensación lo tienen todo para poder ser una excelente inversión, hay puntos que debemos tener en cuenta para poder explotar todas sus prestaciones. Por ejemplo, la temperatura del agua. Para garantizar que se trabaje de forma eficiente, con confort térmico pero con un ahorro máximo, esta temperatura debe ser menor a los 60ºC. Para ello debemos tener regulada nuestra caldera entre los 55 y los 60 grados.
Si también calentamos nuestro hogar, la temperatura caldera calefacción no debe permitir que las estancias estén a más de 23ºC por el día. Por la noche se recomienda apagarla y funcionar con el calor residual, aunque en los días más fríos podemos mantener la temperatura de los radiadores a 17ºC. Esto se consigue con radiadores que cuenten con termostato, algo muy útil para poder regular esta temperatura sin pasarnos.
La mejor opción para grandes espacios
En las viviendas más grandes, las calderas deben ser más potentes. No es lo mismo calentar una vivienda de 40 m2 que una de 150 m2. Además, en aquellas zonas comunitarias en las que se necesita agua caliente o calefacción, la mejor opción es apostar por estas calderas de gran potencia, ya que disponen entre 50 y 65 kW, proporcionando así toda la potencia que se necesita para estos espacios.
Esperamos que estas líneas te sirvan a la hora de pensar en calderas y sistemas de calefacción para tu hogar... ¡Gracias pro seguirnos!
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